Las cárceles estadounidenses tienen un grave problema de superpoblación. ¿Y lo peor? El 55,4% de esos delincuentes están encarcelados por delitos no violentos, de los cuales el 46,4% son delitos de drogas. ¿Por qué, en el país de la libertad, tantos delincuentes no violentos se enfrentan a duras penas? Sentencias mínimas obligatorias.
Lo que comenzó como un intento de reducir los índices de delincuencia mediante castigos más severos ha dado lugar a prisiones masivamente superpobladas y a delincuentes reincidentes que atascan el sistema año tras año, dejando a los abogados defensores y a sus clientes ante una batalla difícil.
Condenas mínimas obligatorias
Las condenas mínimas obligatorias establecen directrices específicas para la asignación de penas de cárcel por diversos delitos, como la posesión de drogas y la conducción bajo los efectos del alcohol. En teoría, las penas mínimas obligatorias envían un mensaje claro a los delincuentes y son una forma justa de garantizar un castigo igual para delitos iguales. Apela a la creencia común de que nuestro sistema legal es blanco y negro, y que los que cometen el delito deben cumplir la condena.
Por desgracia, las directrices no tienen en cuenta todos los hechos que rodean a cada caso. Cada persona que entra en el sistema judicial tiene un conjunto único de circunstancias y una historia individual. Imponer automáticamente la misma pena a todos los condenados por un delito concreto no sólo es injusto, sino que es una perezosa perversión del sistema judicial que beneficia a los fiscales y a casi nadie más.
Por ejemplo, la posesion de entre cuatro onzas y cinco LIBRAS de marihuana conlleva una sentencia minima obligatoria de 180 dias en prision. Dependiendo de la decision del fiscal, esto podria significar que un individuo con un poco mas de cuatro onzas de marihuana para ayudarle a sobrellevar su tratamiento contra el cancer podria recibir exactamente la misma sentencia que un proveedor con cinco libras completas en su maletero. En este caso, el mínimo obligatorio impide que los delincuentes menores reciban simplemente la libertad condicional, y exige que sean encarcelados. La edad del acusado, sus antecedentes penales, su historial de rehabilitación o cualquier otra circunstancia circundante quedan totalmente al margen de la sentencia. Es una locura.
El resultado es una población carcelaria cada vez mayor que los contribuyentes tienen que mantener, todo ello sin una disminución real de la delincuencia o el encarcelamiento.
Luchar incansablemente para desafiar las probabilidades
Entre las penas mínimas obligatorias y los fiscales severos, realmente puede empezar a sentir que la baraja está en su contra. Como un equipo de abogados de defensa criminal de primer nivel, analizamos incansablemente su caso, y trabajamos con los fiscales para asegurar que usted reciba el tratamiento más justo posible y cargos sensatos que tengan más sentido. En Thiessen Law Firm, luchamos duro para asegurar que nuestros clientes reciban el trato justo que merecen ante la ley.
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