A todos nos gustaría creer que la policía está formada por personas honestas dedicadas a mantenernos a salvo. Por desgracia, no siempre es así.
Las fuerzas del orden del condado de Harris se han convertido en uno de los principales ejemplos de justicia clandestina. Se les ha acusado y declarado culpables de falsificar pruebas y falsear el número de citaciones con el fin de obtener condenas falsas y cumplir las cuotas de concesión de bonificaciones.
Cuando se trata de investigar delitos reales, estas agencias también se han quedado cortas. Se les acusa de destruir pruebas e incluso de no investigar casos de asesinato.
Manipulación de pruebas
En septiembre de 2016, el condado de Harris fue declarado culpable de destruir más de 20.000 pruebas. El escándalo de la sala de pruebas de la Oficina del Alguacil del Precinto 4 ocurrió cuando los alguaciles destruyeron pruebas de casos pendientes, mientras intentaban limpiar los archivos.
Al menos 90 casos fueron sobreseídos debido al percance, entre los que posiblemente se encontraban algunos delincuentes violentos en espera de juicio.
El agente responsable de la destrucción de pruebas fue despedido y se recurrió a un experto independiente para evaluar los daños.
Averiguar cuántos casos se vieron afectados resultó complicado, ya que las listas de casos facilitadas por el departamento estaban incompletas o entraban en conflicto con otras listas.
Falsificación de citas
En 2014, al menos cuatro agentes fueron condenados por falsificar citaciones de tráfico para reforzar sus cifras.
El mayor número de citaciones y multas de tráfico se tradujo en primas y horas extraordinarias para los agentes implicados.
No era la primera vez que cuatro agentes eran acusados de esta trama. En 2012, cuatro agentes diferentes fueron investigados por el mismo delito.
El día que descubrió que iba a ser investigado por la oficina de asuntos internos, un agente se suicidó de un disparo dentro de su coche patrulla.
Como resultado, se desestimaron 6.000 multas de tráfico en todo el condado. El escándalo se sumó a otro mucho más grave: la incapacidad del departamento para investigar adecuadamente los casos de asesinato.
Falta de investigación en casos de asesinato
El escándalo más grave de los últimos tiempos afectó a ocho agentes y a casos de más de una década. Se les acusó de no investigar a fondo más de una docena de casos de asesinato, incluido el tiroteo a una niña de 11 meses.
Los agentes no siguieron los procedimientos más básicos de las investigaciones, como visitar el lugar del delito, archivar indebidamente las pruebas y no interrogar a los testigos ni siquiera a los sospechosos.
El Departamento de Policía del Condado de Harris se ha convertido en un conocido centro de escándalos y descuidos. Los agentes de policía incumplen su deber de proteger y servir.
En cambio, el departamento está envuelto en escándalos de pérdida de pruebas, mentiras a superiores y compañeros, falsificación de documentos, ignorancia de los derechos de las víctimas y acoso sexual a compañeros de trabajo.
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